¿Tienes autocontrol y capacidad de reacción ante situaciones estresantes? ¿Tomas el mando y decides asumiendo las responsabilidades o prefieres más bien pasar desapercibido? Cada uno de nosotros actúa de modo distinto dependiendo de los estímulos y del entorno en el que se encuentre.
Saber cómo actuamos nosotros y como “conectar” y averiguar el estilo conductual de nuestros compañeros significará perfeccionar la comunicación y mejorar la capacidad de trabajo de ambos. Lo importante en este autodescubrimiento radica en averiguar las conductas o reacciones que tenemos ante circunstancias del entorno y no enfocarnos en nuestra personalidad o la de nuestros compañeros porque la personalidad es un constructo psicológico, un conjunto de actitudes, pensamientos, sentimientos y conductas integradas, mucho más difíciles de modificar.
Para saber identificar el estilo conductual dominante (se asume que no se tiene un único estilo, que cada persona al final es inigualable y que no significa que se tenga todos los talantes de un mismo estilo) mostramos algunas características de los cuatro estilos:
-Personas visuales: emplean imágenes verbales cuando se expresan, son intuitivas, asumen que el concepto es lo importante y no los acontecimientos. Las personas de este estilo conductual de visión global suelen precisar, demostrar sus logros y tienen la tendencia cuando hablan de mirar hacia arriba o alrededor.
-Metódico: analistas, tienen la habilidad de captar muchas ideas diseminadas y ser capaces de sistematizarlas en un único proceso, son precisos y organizados. La mejor manera de comunicarse con ellos es a través de gráficas y presentaciones de datos claros y detallados. Las personas metódicas en el puesto de trabajo suelen tener despachos impolutos.
-Orador: extrovertido, conciliador, se guía por las emociones teniendo mucha capacidad de escucha. Se adaptan a todo tipo de situaciones sin problemas de una forma tranquila.
-Acabador: enfocados en los objetivos planteados no pararan hasta haberlos cumplido. Suelen ser dominantes y detestan las imprecisiones. Para poder comunicarse con los acabadores se necesita un lenguaje concreto dirigiéndose la conversación “directamente al grano”.
Poder crear sinergias con un grupo de diferentes estilos significa implicar a cada persona en el equipo de tal manera que sus fortalezas puedan ayudar al grupo. En una reunión conjunta saber que una persona con visión global puede incitar al grupo a la tertulia, con lo cual es bueno que ese trabajador empiece la charla, seguida de las metódicas que captarán la información y la analizaran, luego los oradores que consensuaran el mensaje expuesto y los acabadores que concluirán, permitirá sacar un mayor partido de las reuniones, las presentaciones o las formaciones que realicemos. El resultado de averiguar los estilos conductuales de la gente que nos rodea es en definitiva, mejorar el rendimiento global de toda la organización.