El duelo es una respuesta afectiva normal a una pérdida importante, que afecta a la persona en su totalidad,tanto aspectos psicológicos, emotivos, afectivos,mentales, sociales, físicos y espirituales. Es personal y único y cada persona lo manifiesta a su manera, aunque en general produzca reacciones comunes.
El duelo no se encuentra ligado estrictamente a la definición de pérdida de un ser querido o de la muerte, sino al proceso desencadenado por la pérdida de cualquier elemento sobre el que se tenga un gran valor o expectativa: bienes materiales, respecto a una fase de desarrollo, cultura, deseos, ... me he encontrado pacientes que efectivamente se trataba de acompañarlos en referencia a un ser querido, pero también estoy especializada con los duelos relacionados con la salud sobre todo los debuts en diabetes: un duelo donde se tiene que reconstruir de nuevo la identidad de la persona y dejar atrás lo que uno era y las expectativas que tenía, por eso es interesante apuntar los duelos según si es anticipado, ausente ( actuando como si no hubiera pasado nada y sin expresar emociones), retrasado, crónico, inhibido, etc. porque en este tipo de pacientes se pueden vivir diferente duelos en un mismo proceso.
El duelo implica una serie de síntomas somáticos, psíquicos y del comportamiento donde se rompen gradualmente los lazos emocionales con la persona que ha muerto y se favorece el restablecimiento de la vida normal, en ello son útiles explicar las etapas para entender en qué fase está el paciente. La mayoría pasan por el choque, después la evitación-negación, la integración y finalmente el crecimiento y transformación.
Es natural que la persona en un principio no se lo crea y se sienta aturdida y muestre pocas emociones, haga una búsqueda, se bloquee o tenga rabia.
Asimismo los pasos más frecuentes son la negación: se niega a pensar sobre la situación de pérdida y por lo que se está pasando, con una ira o una culpabilidad a los demás por la pérdida.
En esta etapa el esfuerzo de una negociación con uno mismo o el intentar un acuerdo para iniciar el entendimiento de la experiencia por la que se pasa es vital y luego, quizás se vivan sentimientos de desesperanza y tristeza llegando finalmente a la fase final del proceso donde se recuerda lo que se ha perdido y, habla de su experiencia de pérdida pero sin revivir el dolor ; no siempre estas fases definen la respuesta a la pérdida y no necesariamente son secuenciales donde todo el mundo las pasa de igual manera pero resultan una buena base para empezar a sanar uno mismo o mediante un terapeuta.